Frank Correa
Jaimanitas, La Habana, noviembre del 2010. (PD) Un chofer del ómnibus de trabajadores de una empresa estatal ha comentado, que ayer el administrador lo llamó a la oficina para informarle sobre lo que en lo adelante será su nuevo empleo.
A raíz del despido del primer medio millón de trabajadores cubanos considerados sobrantes, su trabajo ya no consistirá solamente en recoger con el ómnibus a los trabajadores a las siete de la mañana, en un recorrido de Santa Fe hasta la empresa situada en el Vedado, y el resto de la jornada hasta las cinco en que deshace el trayecto pasarla sin hacer nada.
En la oficina el administrador le informó que cuando llegara a la empresa por la mañana y parqueara, tenía que ocuparse de botar la basura, una labor que desempeñaba uno de los trabajadores despedidos. También la empresa despidió a un ayudante de cocina y al jardinero, el chofer debía ahora botar la basura, mantener limpio el jardín, ayudar en la cocina entre las diez y las once a pelar boniatos, trillar arroz y a encender el motor del agua cuando haga falta.
Era un programa laboral de nuevo diseño, dijo el administrador sin mirarlo, como si repitiera un mensaje. El chofer le preguntó por el salario, pues estaba cansado de trabajar voluntario, la respuesta del administrador fue que esa era la segunda etapa del programa, todavía en estudio, porque había que normar el rendimiento, la calidad del servicio, y los costos y utilidades, era un sector de trabajadores numeroso el que estaba en proceso de quedar “disponibles”.
El chofer no entendió ni papa, pero le contestó al administrador que el ómnibus tenía fallos de bujías y seguramente habría que revisar la transmisión y los platinos, hasta hubiera que desmontar el motor, y quizás cambiarlo. Improvisó una secuencia de problemas técnicos muy parecido a la palabrería del funcionario encargado de los despidos.
Dice el chofer que mañana habrá otra reunión en la empresa para ver quién además de cumplir con el contenido de trabajo, bota la basura, arregla el jardín y ayuda en la cocina por el mismo salario, ese poquito de dinero que del mes apenas alcanza para un día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario