La Habana, 1 sep (EFE).- El tabaco sale desde hoy de la cartilla de racionamiento cubano, de la que también salieron las papas en 2009, dentro de la lógica de la "actualización del socialismo" del presidente Raúl Castro que pretende poner fin a los excesos del estado asistencial.
El fin de la cuota de cigarrillos negros y rubios que recibían los cubanos, según la edad, casi a precio de costo, atiza ahora la polémica sobre si es pertinente o no mantener la cartilla, y refuerza las expectativas de nuevos cambios en ese sentido.
Vigente desde 1962, la cartilla de racionamiento entrega a precios simbólicos granos, azúcar, pollo, pescado, huevos, arroz, café, aceite, pastas, pan entre otros productos -cuando hay- a los 11,2 millones de habitantes del país, mediante un meticuloso sistema de regulaciones por gramos en función de la edad del receptor, incluso del municipio en que reside.
Muchos cubanos aseguran que lo suministrado a precios subsidiados no les dura más allá de una o dos semanas por lo que tienen que acudir a las tiendas de precios liberados, a las que venden en divisas, o al mercado negro.
Para Magalys Huerta, una obrera de 43 años, la mejor opción sería eliminar la cartilla pero que el Estado garantizase una oferta constante de todos los productos con precios en pesos cubanos acordes con los salarios.
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