La economía cubana altamente centralizada y burocratizada empieza a romperse poco a poco y de nada va a servirle al presidente Raúl Castro su apelación al carácter socialista del sistema político y social, advirtió el diario español El País.
El rotativo destacó este martes en su editorial el anuncio que hizo el domingo pasado Castro, en la Asamblea Nacional Cubana, de que el gobierno va a poner en marcha un conjunto de reformas para reducir las plantillas ``considerablemente abultadas'' del sector estatal.
Castro señaló que la decisión se tomó en un Consejo de Ministros celebrado a mitad de julio, y las medidas se tomarán paulatinamente.
Esto, mientras se van modificando algunas leyes que prohiben el trabajo por cuenta propia, una fórmula que ahora las autoridades consideran necesario fomentar para dar salida a cuantos vayan a quedarse sin empleo.
Resaltó que un año después del 50 aniversario del triunfo de la revolución, los cubanos están asistiendo a una serie de episodios que dificilmente cuadran con el diagnóstico triunfalista de sus líderes.
Pese a la insistencia del ministerio de Economía de que las nuevas medidas tienen que ver más con el socialismo que con el mercado, lo cierto es que cuando empiecen a implantarse van a ir abriendo huecos, dijo.
``Huecos que demandarán el desarrollo de la iniciativa privada en un país donde el Estado controla el 90 por ciento de la actividad económica'', anotó.
Agregó que el sistema se encuentra ahora en un estado de debilidad tan grande que el propio arzobispado de Cuba dijo públicamente que no hay ideología o discurso que sirvan para justificar ``unas fórmulas económicas y sociales cuya ineficacia ha sido largamente demostrada e innecesariamente padecida''.
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