Ana Margarita Perdigón, Yayabo Pres
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Sancti Spíritus, Cuba - La señora Elba Corujo, de 78 años, y su esposo, de 89, propietarios de una finca adjunta a la Cooperativa de Créditos y Servicios El Vaquerito, en el municipio Fomento, prestaron la propiedad al Isidro Uría para que trabajara en ella, a cambio de que les entregara parte de lo que produjera.
Hace tres años que Uria no entrega un peso a los ancianos, y se niega a salir de la tierra. La pareja ha enviado a otras personas a trabajar la finca, pero Isidoro los ha expulsado amenazándolos con machetes y palos.
La señora Corujo, quien reside actualmente en Santa Lucía, municipio de Cabaiguán, ha denunciado el caso al Ministerio de la Agricultura, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños y otras instancias, y sólo ha recibido la callada por respuesta.
“Estamos desesperados, no recibimos ninguna ayuda económica del Estado ni por nuestra tierra. Nos morimos de hambre y nadie hace nada por nosotros. Mi marido y yo no entendemos por qué este señor goza de tanta impunidad” –expresó la anciana a esta agencia.
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